Se fue Martín Elías. Su camioneta cambió de destino y él partió a la eternidad, a estar con Dios, a reencontrarse con su padre el Cacique de La Junta, que siempre adoró, admiró y mantuvo presente más allá de la muerte.
Muchas cosas vienen a mi mente en este momento confuso: la vida no dura nada, el afán nos la va quitando lentamente, algunas historias trágicas se repiten, la codificación inconsciente (llevar el nombre de su tío abuelo Martín Elías, fallecido en condiciones casi idénticas) y la programación neurolingüística (ser llamado “El gran”) se manifiestan en nuestra vida, a favor o en contra, y a veces no nos damos cuenta o no dimensionamos su poder.
![El asistente de Martín Elías culpa al conductor por el fatídico accidente](https://www.las2orillas.co/wp-content/uploads/2017/04/martin-elias-accide.jpg)
Aún nuestra generación no se reponía a la prematura partida del ídolo de la Nueva Ola Kaleth Morales, el 24 de agosto de 2005, cuando sucede 12 años después, como un déjà vu, una calamidad con grandes coincidencias:
Martín Elías y Kaleth Morales, mueren en el mejor momento de sus prometedoras carreras:
• Nacieron en Valledupar
• Cumplían en Junio
• Tenían menos de 28 años
• Eran herederos de dinastías vallenatas
• Hijos de los grandes artistas Diomedes Díaz y Miguel Morales, respectivamente.
• Padres de dos hijos, niña y niño, de uniones diferentes.
• Mueren a causa de accidente automovilístico en carreteras de la Región Caribe.
• Fueron la única víctima mortal del accidente
• Jóvenes, empáticos, juiciosos, visionarios, soñadores, que se abrieron camino en el Vallenato y construyeron un nombre sin la sombra de sus padres.
• Nacieron en Valledupar
• Cumplían en Junio
• Tenían menos de 28 años
• Eran herederos de dinastías vallenatas
• Hijos de los grandes artistas Diomedes Díaz y Miguel Morales, respectivamente.
• Padres de dos hijos, niña y niño, de uniones diferentes.
• Mueren a causa de accidente automovilístico en carreteras de la Región Caribe.
• Fueron la única víctima mortal del accidente
• Jóvenes, empáticos, juiciosos, visionarios, soñadores, que se abrieron camino en el Vallenato y construyeron un nombre sin la sombra de sus padres.
Es de no creer que tengamos que despedir de esta forma a quien fuera uno de los hijos adorados de Diomedes, a quien Dios llamó primero y le evitó este profundo dolor en vida.
La partida de Martín Elías aumenta la nómina vallenata de la eternidad, que por su gran calidad podría volverse un metafórico Festival Celestial de la Leyenda Vallenata. Entre las estrellas que se nos adelantaron, recordamos a La Diosa del Vallenato Patricia Teherán (m. 1995), Jesús Manuel Estrada, vocalista de Los Diablitos (m. 2003), nuestro mencionado y recordado Kaleth Morales (m. 2005) quienes hallaron la muerte en la cúspide de sus carreras artísticas en carreteras colombianas.
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